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SWAROVSKI abre su flagship store en plena Gran Vía madrileña Posted: 17 May 2010 02:59 PM PDT Sumérgete en el profundo y mágico océano de la joyería de cristal y deléitate con todas las colecciones de una de las firmas más emblemáticas de este producto en plena Gran Vía madrileña. Aprovechando el centenario de una de las calzadas más emblemáticas de la capital española, todo se pone de tiros largos en cada una de sus aceras. Desde el monumento conmemorativo creado para la ocasión hasta espacios que se renuevan, algunos que se reciclan y otros nuevos que se crean, como la flagship store de la firma austriaca Swarovski. Acaba de abrir sus puertas y se asoma ufana y rutilante ante los viandantes extasiados ante tanto brillo. Su amplio espacio está inspirado en un bucólico y naif "bosque de cristal", creación del arquitecto japonés Tokujin Yoshioka en exclusiva para la casa, completamente imbuido del ADN de la marca y que transmite la misma magia que un firmamento plagado de estrellas. Y para estrellas, las piezas de sus colecciones, todas encierran la belleza del cristal tallado con la maestría que sólo Swarovski sabe; diseños delicados, elegantes, llenos de encanto. En su buque insignia madrileño podrás descubrir todas sus colecciones, como la de este verano, "Out of the blue", un nombre más que premonitorio de las exquisiteces que alberga. Swarovski recoge la inspiración para este verano de los océanos y el mundo subacuático: conchas, estrellas de mar, cangrejos, coral, nácar, perlas... una línea "la mar" de creativa con piezas que se pueden combinar y mezclar, con divertidos charmes que se pueden colgar de donde quieras y delicados collares que recuerdan a la cosquilleante y pausada espuma de las olas. En TopMadrid: Swarovski # Enlace Permanente

ROBIN HOOD, de Ridley Scott Posted: 16 May 2010 03:00 PM PDT La nueva propuesta del gran director Scott ha sido coger a Russell Crowe y cambiarle la faldita de gladiador por la de saltarín de los bosques, y espada por arco, cual Madelman de aquellos. Si a una tuerca se le dan vueltas y más vueltas, puede que llegue un momento en el que se salga de rosca y ya ni apriete, ni se sostenga, ni cumpla función alguna. En estos tiempos de sequía imaginaria por parte de la industria comercial norteamericana (llevan en el dique seco unos 50 años aprox.), ya no se sabe de donde tirar para arrastrar a la gente a las salas (¿por qué no les llega también el recorte de crisis de rigor? ¿y si se les veta en las carteleras nacionales? Dinero no sé, pero la de disgustos que podríamos ahorrarnos...). Por tal motivo hoy en día se descongela a los personajes clásicos y se les da una y mil vueltas hasta distorsionarlos totalmente de lo retorcidos y recalentados que quedan (cuidado que se comenta que el proyecto original era un Hood villano e impostor en contra del orden británico establecido). Y al igual que sucediese con Sherlock Holmes (eso sí que es un crimen) le ha tocado el turno al héroe de Sherwood a medio camino entre la leyenda y la historia medieval. Y el encargo fue a parar al gran director británico Ridley Scott, que ya revolucionara el cine con asuntos de tanto peso como "Alien" (está preparando precuela) o "Blade Runner". Ahora ya en cierta cadencia comercial, aún no nos hemos despertado del todo de su penúltima "Red de mentiras". En un alarde de originalidad (anótese la ironía) pretende narrarse algo así como los "Evangelios apócrifos" del personaje; es decir, esa etapa de la vida del héroe menos explotada. Un espacio que comprendería el tiempo desde la vuelta de las cruzadas hasta la proclamación oficial como proscrito y su consiguiente reclusión en el bosque ya más conocida. Y en esas estamos cuando nos percatamos de que "Gladiator" también manejaba el arco. Carpetazo a aquella figura más o menos estilizada, astuta, ágil y sagaz. Adiós a aquel bailarín de las ramas, afilado como la punta de sus flechas. Ahora, en su lugar, un inexpresivo y cervecero Crowe (pese a que por lo visto tuvo que ponerse a dieta severa) manda ejércitos, salta a las batallas con una especie de martillo y arenga a las tropas como un "Braveheart" cualquiera. La cosa entretiene más de lo que se preveía, porque las imágenes tienen maestría y porque se intercala con un coqueteo romántico (eso siempre funciona y más con la luminosa Blanchett de por medio) bastante sobrio y aceptable. Pero hasta aquí, porque la cosa no aporta más, "no es más que una más", resulta perezoso imaginarse el volverla a ver íntimamente en un futuro relativamente cercano y su recuerdo dura lo que se tarda en acabar el bol de palomitas (para quien tenga la fea costumbre de rumiar eso en una sala de cine). Ver Galería: 4 imágenes » # Enlace Permanente This posting includes an audio/video/photo media file: Download Now

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